En el vasto mapa de la enología mundial, Argentina brilla con luz propia. En este país sudamericano, el enoturismo se convierte en una experiencia inigualable, combinando paisajes impresionantes, vinos de reconocimiento mundial y una rica cultura gastronómica. En esta entrega de ‘Enolovers por el mundo’, exploraremos tres destinos clave que capturan la esencia misma del enoturismo argentino, incidiendo en las tres zonas clave que no debes perderte: Mendoza, Salta y Patagonia.
Mendoza: La Cuna del Malbec y el Enoturismo
Mendoza se alza como el epicentro del enoturismo argentino y, sin duda, una zona clave fundamental en esta travesía. Aquí, entre las majestuosas montañas de la cordillera de los Andes, se extienden interminables viñedos que producen algunos de los vinos más reconocidos a nivel mundial. La experiencia enológica en Mendoza va más allá de la degustación; implica sumergirse en la cultura del vino, explorar bodegas emblemáticas como Catena Zapata, reconocida por su papel pionero en haber hecho resurgir la variedad Malbec, Bodega Norton, que cuenta con la Cava subterránea más grande de Sudamérica y Trapiche, que cuenta con una construcción de estilo renacentista que data del año 1912 y es considerado uno de los íconos de la arquitectura vitivinícola argentina. En Mendoza, disfrutarás de viñedos entre paisajes imponentes y podrás deleitarte con la perfecta armonía entre el Malbec y la cocina regional en almuerzos gourmet.
Salta: Descubre la Altura y el Torrontés Único
En el extremo norte de Argentina, la palabra clave es ‘altura’, ya que la provincia de Salta se alza como una tierra de viñedos en altitudes extremas. Es aquí donde florece el Torrontés, una
variedad única y aromática que captura el espíritu de esta región. Las bodegas como Colomé, la bodega más antigua de Argentina en funcionamiento, El Esteco, situada en un paraje único e inhóspito a 1.700 metros de altura sobre el nivel del mar, y Tacuil, impulsores pioneros de la viticultura de altura, que distingue los productos del alto valle de Salta. Las bodegas de estos parajes ofrecen una mirada íntima a la elaboración de estos vinos de alta altitud, invitando a los enoturistas a explorar sus paisajes deslumbrantes y a degustar la frescura de sus vinos.
Patagonia: La Nueva Frontera del Vino Argentino
La Patagonia emerge como una palabra clave en el enoturismo argentino, siendo una frontera vinícola en constante evolución. Con su clima fresco y sus suelos volcánicos, esta región produce vinos elegantes y frescos que desafían las expectativas. Bodegas como Bodega del Fin del Mundo, bodega pionera y creadora de una región que transformó, Humberto Canale, precursora elaborando grandes vinos de Semillón, Pinot Noir y Merlot,
y Bodega Chacra, única en el contexto Argentino ya que esta enfocada casi exclusivamente en la Pinot Noir, lideran la exploración de las posibilidades vinícolas de la Patagonia, ofreciendo experiencias que van desde catas junto al lago hasta recorridos por sus viñedos enclavados en un entorno natural incomparable.
Un Mundo de Experiencias Enológicas por Descubrir
Argentina ofrece a los enoturistas una paleta diversa de experiencias, desde los vibrantes paisajes de Mendoza hasta las alturas de Salta y los horizontes infinitos de la Patagonia. Aquí, las palabras clave se convierten en realidades palpables: altura, Malbec, Torrontés. Cada región ofrece una historia única en cada sorbo y una aventura diferente en cada copa. Para los Enolovers que buscan una experiencia vinícola auténtica, Argentina es un destino que no puede pasarse por alto.
Y tú ¿Conoces la propuesta de enoturismo de Argentina? ¿Nos haces alguna recomendación más?