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¡Qué vino tan cabezón! Histamina en el vino

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Cuando hablamos de vino, nos viene a la mente todo el mundo de aromas, sabores y sensaciones que lo rodean. Sin embargo, ¿alguna vez has sentido que después de disfrutar de una copa, te levantas con dolor de cabeza o con otras molestias? Podría ser que estés experimentando los efectos de la histamina en el vino.

 

La histamina es una amina biógena (simplificando, unos compuestos orgánicos nitrogenados) que se encuentra naturalmente en nuestro cuerpo y en muchos alimentos, sobre todo fermentados, incluido el vino. En el vino, se forma durante la fermentación, especialmente en aquellos procesos donde se produce una mayor maceración de la piel de las uvas donde los microorganismos presentes producen la descarboxilación de un aminoácido, la histidina, produciendo la histamina

 

Pero, ¿qué efectos puede tener la histamina en nuestro organismo? Para algunas personas, la histamina puede desencadenar reacciones adversas, como dolores de cabeza, enrojecimiento facial, congestión nasal, picazón en la piel e incluso dificultad para respirar. Estos síntomas pueden variar en intensidad según la sensibilidad de cada individuo.

 

Es importante destacar que no todas las personas reaccionan de la misma manera ante la histamina en el vino. Algunas pueden tolerarla sin problemas, mientras que otras experimentan molestias más significativas. Factores como la cantidad de histamina presente en el vino, la idiosincrasia de cada individuo o sensibilidad individual y la capacidad del cuerpo para metabolizarla, pueden influir en la respuesta de cada persona.

 

Entonces, ¿cómo podemos minimizar los efectos de la histamina en el vino? Aquí hay algunas sugerencias:

 

1. Opta por vinos bajos en histamina

Algunos tipos de vino tienden a contener niveles más altos de histamina que otros. Por ejemplo, los vinos tintos suelen tener niveles más altos que los blancos o rosados. Si eres sensible a la histamina, considera probar vinos blancos o espumosos, que suelen tener niveles más bajos de este compuesto.

2. Busca vinos naturales o bajos en sulfitos

Los sulfitos, que se agregan comúnmente como conservantes en el vino, pueden aumentar la liberación de histamina. Los vinos naturales o aquellos con niveles más bajos de sulfitos pueden ser una opción si buscas minimizar la presencia de histamina en tu copa.

 

3. Consume con moderación

Como en todo, el exceso puede ser perjudicial. Beber con moderación no solo te ayuda a disfrutar mejor del vino, sino que también puede reducir la posibilidad de experimentar efectos adversos, incluidos los asociados con la histamina.

 

4. Consulta a un profesional de la salud

Si experimentas reacciones adversas persistentes después de beber vino, es importante que consultes a un médico o a un especialista en alergias. Pueden ayudarte a determinar si la histamina es la causa y a ofrecerte orientación sobre cómo manejar tus síntomas.

Resumiendo, la histamina en el vino puede ser responsable de algunos de los efectos menos agradables que experimentamos después de beber una copa. Sin embargo, entender cómo se forma y cómo podemos mitigar su presencia puede ayudarnos a disfrutar del vino de manera más saludable y placentera. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y tomar decisiones informadas sobre lo que consumes. ¡Salud Enolovers!

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