Visitar Bodega Mas Blanch i Jové

¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene la fuerza para crecer? En Mas Blanch i Jové, las raíces son la clave. Este proyecto familiar es fruto de generaciones de payeses apasionados. Los abuelos de esta familia vivieron para la tierra, la conocían al palmo, la respetaban y la trabajaban con amor. Esa trayectoria ancestral llevó a crear, en 2006, una pequeña bodega en La Pobla de Cérvoles (Lleida), donde elaboran vinos que inspiran en la DO Costers del Segre, sub-zona Les Garrigues.

La tierra es el origen, un principio siempre presente en Mas Blanch i Jové. Adoran, respetan y trabajan la tierra de manera minuciosa, constante y profesional.  Sus 25 hectáreas de viña, situadas a más de 700 metros sobre el nivel del mar, se cultivan con viticultura ecológica de montaña, produciendo vinos ecológicos, libres de herbicidas y pesticidas. 

Mas Blanch i Jové es una bodega que se fusiona con la montaña y es respetuosa con el entorno. La integración se logra recubriendo la bodega con grandes piedras extraídas del mismo terreno. La parte superior se cubre de tierra y plantas, como si fuera el subsuelo de la propia montaña. Para ser autosostenibles energéticamente, se instalaron placas solares y baterías, permitiendo que más del 99% de la electricidad utilizada para elaborar los vinos provenga de la energía solar, convirtiéndose en pioneros en sostenibilidad.

En el interior de la bodega, se conservan impresionantes obras de arte de Gregorio Iglesias, Esteve Casanoves y Josep Guinovart, quien diseñó el proyecto. La bodega no solo es un lugar donde se elabora vino, sino también el punto culminante del itinerario artístico de La Viña de los Artistas. ¿Sabías que este viñedo es un museo al aire libre? Las obras de arte están distribuidas entre las vides, creando un recorrido único donde el arte y la naturaleza se fusionan de manera sorprendente.

Además, Mas Blanch i Jové ofrece alojamiento para quienes desean vivir una experiencia completa. Imagina despertar rodeado de viñedos y arte, disfrutando de la tranquilidad y belleza del entorno. Una estancia en la bodega permite no solo degustar sus vinos excepcionales, sino también sumergirse en el ambiente único que combina enoturismo y arte.