Mas d’en Roy: vino de altura, alma de masía y el encanto del Montsec

✨ A veces los grandes vinos no están donde todos miran, sino donde alguien se atreve a mirar distinto. En el pequeño pueblo de Montmagastre, en plena comarca de Artesa de Segre (Lleida), encontramos Mas d’en Roy, una bodega familiar ubicada en una antigua masía del siglo XVIII, recuperada con mimo y convertida en un rincón para los que valoran lo auténtico, lo cercano y lo bien hecho. Esta bodega forma parte de la DO Costers del Segre, y no solo destaca por su entorno natural privilegiado, sino por una forma de trabajar honesta, artesanal y en conexión directa con la tierra.

⛰️ El proyecto lo lidera Gisella Martellotto, una mujer que decidió apostar por este paisaje remoto y sacarle todo su potencial. El resultado: vinos que han participado en campañas como D’Vines, que reconocen el talento femenino dentro del mundo del vino catalán.

🌿 En Mas d’en Roy no vas solo a catar, vas a parar. A dejarte rodear por almendros, olivos, bancales de piedra y viñas que miran al cielo. Vas a conocer la historia de una masía que volvió a la vida, de unos vinos hechos con respeto, y de una forma de vivir más lenta y con más sentido. Entre sus referencias destaca el Bregolat Negre, un tinto con garnacha que es puro carácter de montaña. También elaboran blancos, rosados y otros tintos, todos con el sello de la altitud, la artesanía y el paisaje.

🍇 Y si te estás preguntando qué más puedes hacer por la zona… estás de suerte.

🗺️ ¿Qué ver cerca de Mas d’en Roy?

🔸 Montsec d’Ares y Congost de Mont-rebei: paisajes espectaculares para senderismo, kayak y fotos de postal.
🔸 Observatorio Astronómico del Montsec: uno de los mejores cielos para ver estrellas en Europa.
🔸 Artesa de Segre: pequeño pueblo con encanto, bares de toda la vida y buena gastronomía local.
🔸 Ermitas, rutas de piedra seca y pueblos medievales como Collfred o Montsonís, perfectos para perderse sin wifi.

Mas d’en Roy es un planazo para quienes buscan algo más que una cata. Es una escapada con alma, en la que el vino no es solo bebida, sino excusa para conectar con un lugar, su gente y su paisaje.

Y ahora, la buena noticia: puedes reservar esta experiencia directamente en Enolovers. Sin postureo, sin intermediarios, y con la confianza de que estás apoyando a un proyecto pequeño que lo hace con corazón.